La creatina es uno de los suplementos más estudiados y utilizados en el mundo del deporte. Pero también uno de los que más dudas genera: ¿puede dañar los riñones? La confusión viene de que, al tomar creatina, parte de ella se transforma en creatinina, una sustancia que se usa como marcador renal. Al aumentar sus …
La creatina es uno de los suplementos más estudiados y utilizados en el mundo del deporte. Pero también uno de los que más dudas genera: ¿puede dañar los riñones? La confusión viene de que, al tomar creatina, parte de ella se transforma en creatinina, una sustancia que se usa como marcador renal. Al aumentar sus valores en sangre, puede parecer que hay un problema… aunque no lo haya.
¿Por qué se asocia la creatina con daño renal?
El trabajo de Feigenbaum et al. (2017) observó que tanto la creatina monohidrato como la etil éster aumentaban la creatinina sérica en personas sanas. Sin embargo, los autores aclaran que este aumento no indica daño renal, sino una consecuencia fisiológica del propio metabolismo de la creatina.
Lo que muestran los estudios a largo plazo
Uno de los estudios más amplios, realizado por Kreider et al. (2003), siguió a 98 jugadores de fútbol americano universitario durante 21 meses. Los resultados fueron claros: no hubo diferencias en marcadores de salud renal entre quienes tomaron creatina y quienes no.
Esta conclusión se refuerza con un metaanálisis reciente (de Souza e Silva et al., 2019), que confirma que la suplementación con creatina no causa daño renal cuando se usa en las dosis y duraciones habituales.
¿Qué dicen las revisiones más recientes?
La revisión de Davani-Davari et al. (2018) señala que, aunque altas dosis pueden aumentar temporalmente ciertos compuestos en orina (como formaldehído o metilamina), no existen pruebas de que esto afecte negativamente al riñón. Coincide con la postura de la International Society of Sports Nutrition (Kreider et al., 2017): la creatina es segura si se consume adecuadamente. Solo se recomienda precaución en personas con daño renal previo o riesgo elevado.
¿Y en personas con riesgo cardiovascular o renal?
Según Domingues et al. (2019), incluso en pacientes con enfermedad arterial periférica, la creatina no altera la función renal. Los niveles de creatinina y la tasa de filtrado glomerular permanecen estables, lo que respalda su seguridad en estos casos.
¿Existen casos de daño renal por creatina?
Aunque la evidencia general es favorable, Taner et al. (2011) describen un caso aislado de daño renal agudo en un hombre que tomaba dosis bajas de creatina monohidrato. Se recuperó al suspender la suplementación. Aun así, no se puede establecer una relación causal directa, y estos casos son extremadamente raros frente a los millones de usuarios que la consumen sin problemas.
Conclusión: segura, pero con criterio
La evidencia científica actual respalda que la creatina es segura y no causa daño renal en personas sanas y en dosis recomendadas. Es una herramienta útil para mejorar fuerza, rendimiento y masa muscular, especialmente en deportistas y personas activas.
Eso sí, no sustituye una dieta equilibrada ni la supervisión profesional. Las personas con enfermedad renal o antecedentes deben consultar con su dietista-nutricionista o médico antes de usarla.
Escrito por Paula Marrero, Dietista-Nutricionista especializada en nutrición deportiva y alimentación basada en plantas. Investigadora predoctoral en sostenibilidad alimentaria.
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Referencias:
- Feigenbaum, M. S. et al. (2017). Journal of Exercise Physiology.
- Kreider, R. B. et al. (2003). Clinical Journal of Sport Medicine.
- de Souza e Silva, A. et al. (2019). British Journal of Nutrition.
- Davani-Davari, D. et al. (2018). Journal of Renal Nutrition.
- Kreider, R. B. et al. (2017). Journal of the International Society of Sports Nutrition.
- Domingues, W. J. R. et al. (2019). Clinical Nutrition.
- Taner, B. et al. (2011). Case Reports in Nephrology.




