Durante décadas los huevos fueron símbolo de nutrición, energía y fuerza. Considerados como un alimento ideal, se promovió su consumo hasta la extenuación y pasaron a protagonizar desayunos, cenas y hasta meriendas. Pero lo que muchos no saben es que no son tan saludables como pensábamos. Seguro que has escuchado la polémica, de hecho: "antes …
Durante décadas los huevos fueron símbolo de nutrición, energía y fuerza. Considerados como un alimento ideal, se promovió su consumo hasta la extenuación y pasaron a protagonizar desayunos, cenas y hasta meriendas. Pero lo que muchos no saben es que no son tan saludables como pensábamos. Seguro que has escuchado la polémica, de hecho: «antes se decía que los huevos eran saludables y ahora que aumentan el colesterol». ¿Qué ha pasado para que su lugar en el contexto de una alimentación saludable haya cambiado tanto? Te hago un pequeño spoiler: no ha sido por la evidencia científica, sino por el dinero y los conflictos de interés.
Un estudio publicado en el American Journal of Lifestyle Medicine reveló cómo la industria del huevo influyó activamente en la interpretación de los resultados científicos sobre colesterol. Los datos son claros: los huevos siguen elevando el colesterol, pero el dinero hizo que dejaran de parecer culpables.
¿Qué dice la ciencia realmente sobre el consumo de huevos?
Hasta los años 70, prácticamente todos los estudios independientes concluían lo mismo: comer huevos aumenta el colesterol en sangre. No había debate posible. La evidencia era clara. Pero a partir de los 2000, el panorama se transformó. Según el análisis de Barnard et al. (2019), mientras en los años 50 y 60 ningún estudio estaba financiado por la industria, entre el 2010 y el 2019 el 60% sí lo estaba.
Los resultados objetivos no cambiaron:
- El 93% de los estudios independientes encontró un aumento del colesterol.
- En los financiados por la industria también el 86% lo detectó
La diferencia está en las conclusiones. Casi la mitad de los estudios pagados por la industria «suavizaron» los resultados, afirmando que «no hubo efectos negativos» o «no afectó al colesterol» incluso cuando los niveles subían. En otras palabras: los números seguían mostrando efectos negativos de los huevos, pero los titulares lo ocultaron.
Cómo la industria modeló el mensaje
El estudio de Barnard y colaboradores demostró que el 49% de los trabajos financiados por la industria presentaban conclusiones discordantes con sus propios resultados, frente al 13% de los estudios independientes.
Este fenómeno no es exclusivo del huevo. Sucedió antes con el azúcar y con los lácteos: pagando ciencia se compra el relato.
El resultado fue que el consumidor medio empezó a escuchar que «el colesterol de los huevos no importa», frase que carece de respaldo real. Lo que cambió no fue la fisiología, sino el marketing.
El impacto real del colesterol alimentario
El colesterol dietético – presente de forma abundante en el huevo – sigue aumentando los niveles de colesterol LDL («el malo») en sangre. Un solo huevo grande contiene unos 200mg de colesterol, suficiente para modificar los niveles plasmáticos en personas sensibles o con antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
El consenso médico actual recomienda limitar el colesterol dietético tanto como sea posible, ya que no existe una cantidad mínima necesaria: el cuerpo produce todo el colesterol que necesita.
Por qué la alimentación plant-based es una alternativa segura
Adoptar una alimentación basada en plantas (total o parcialmente) no solo ayuda a mantener el colesterol bajo control, sino que también mejora marcadores de salud. Las dietas plant-based son naturalmente bajas en colesterol y grasas saturadas, y ricas en fibra, fitoquímicos y antioxidantes que protegen al sistema bascular. Algunos beneficios de la alimentación plant-based:
- Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares
- Mejora el perfil lipídico (colesterol total, LDLc y triglicéridos)
- Reduce la inflamación sistémica
- Favorece un peso saludable
- Promueve una microbiota intestinal más diversa y saludable
La evidencia científica actual respalda que cuanto más vegetal sea tu plato, menor será tu riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, ceteris paribus.
Qué puedes hacer hoy por tu salud
- Reduce el consumo de huevos y alimentos ricos en colesterol (en los productos vegetales no hay colesterol)
- Sustituye fuentes animales por legumbres y derivados (tofu, tempeh, soja texturizada…)
- Aumenta tu ingesta de fibra (avena, verduras, frutas, semillas, legumbres)
- Consulta a un Dietista-Nutricionista especializado en alimentación basada en plantas para adaptar tu dieta a sus necesidades.
Conclusión
Los huevos no se volvieron «inocentes». La ciencia sigue mostrando que su consumo aumenta el colesterol. Lo que cambió fue la forma en la que se presentan los resultados, bajo la influencia de una industria con fuertes intereses económicos.
Frente a ello, una alimentación plant-based sigue siendo la opción más segura, ética y respaldada por la evidencia.
Aprende a comer saludable y sin dejarte engañar por el marketing. Agenda tu consulta de nutrición en Santa Cruz de Tenerife u online y empieza a cuidar tu salud desde la evidencia, no desde la pulblicidad.




